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Boom de las energías renovables: el camino a un futuro prometedor

El objetivo es detener el calentamiento global mediante la transformación del panorama energético mundial

El futuro vislumbra grandes cambios en el sector de la energía en los próximos años. Los expertos apuestan por dejar atrás las energías convencionales. La única solución realista al cambio climático pasa necesariamente por la sustitución total de los combustibles fósiles por energías limpias, junto a un uso más eficiente y una mejor gestión.

La pregunta que surge es si habrá energía suficiente para todos si ésta procede exclusivamente de fuentes renovables. La respuesta es que no queda otra alternativa. El cambio climático es el mayor reto al que se enfrenta la humanidad y amortiguar sus efectos es la única forma de asegurar la supervivencia del planeta. La apuesta por energías limpias que no generen emisiones es vital para lograrlo y los datos demuestran que es muy factible conseguirlo.

El ahorro de agua y energía se ha convertido en algo crítico si queremos conservar nuestro planeta. Esto se debe a que la alta contaminación que asola nuestro mundo está causando graves estragos para la vida humana. La solución, la energía renovable. Pero, ¿cuál es el futuro de las energías renovables, así como las nuevas tecnologías asociadas a este mundo que descubriremos en los próximos años?.

En la actualidad, seguimos dependiendo en gran medida de los principales combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas natural. Sin embargo, para controlar el incremento de la temperatura del planeta y cumplir con los Acuerdos de París, la Unión Europea (UE) se ha comprometido a ser la primera zona climáticamente neutra en 2050. Para ello prevé reducir las emisiones en al menos un 55% en 2030 y aumentar al 40% las fuentes de energía.

El objetivo es detener el calentamiento global mediante la transformación del panorama energético mundial. Un informe de IRENA (Agencia Internacional de Energía Renovable) plantea opciones para limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5°C y llevar las emisiones de CO2 a un nivel neto cero para 2050.

Ese mismo informe aclara que la capacidad de generación de energías renovables en todo el mundo creció en 260 gigavatios (GW), más de cuatro veces más de lo que creció la procedente de otras fuentes. En España, por ejemplo, el 44% de la electricidad consumida ya proviene de fuentes renovables. El pasado año, las energías renovables registraron cifras récord gracias a su mayor presencia en el parque generador español. A ellas corresponde el 46,6% de toda la electricidad que se ha producido en el país gracias especialmente a la producción aportada por la eólica y la fotovoltaica.

La energía renovable al alcance de más consumidores

En el año 2030, cuando nuestro “yo” del futuro quiera apostar por las energías renovables, podrá evaluar las diferentes opciones del mercado, del mismo modo que elegiríamos comprar una marca de ordenador u otra. Por eso, uno de las principales intenciones acercar el mercado mundial de energías renovables a los consumidores finales.

¿Te imaginas una ciudad 100% inteligente con un sistema de transporte sostenible y limpio? Habrá ciudades en el futuro con edificios y casas eficientes, cuya energía provendrá de fuentes de energía limpia, y donde todo consumo estará determinado por los temas del medio ambiente y la sustentabilidad no inalcanzables, pero como parte de los valores de la sociedad.

En los próximos 25 años, la mayoría de los países invertirá muchos millones en energías renovables, como la eólica y la solar, porque son inagotables.

En algunos de ellos, el cien por cien de la electricidad generada ya procede de fuentes renovables. Y otros muchos en los que ese porcentaje es mayor del 80%, como Austria, Uruguay, Nueva Zelanda, Noruega, Islandia, Dinamarca, Costa Rica, República Centroafricana y Brasil.

La ventaja de utilizar las fuentes renovables es, además de una mayor rentabilidad, la disminución de la contaminación al dejar de emitir a la atmósfera millones de toneladas de CO2. Los datos confirman que las energías renovables se han convertido en las fuentes de electricidad más baratas en muchos mercados. Por ello, cuantas más renovables entren en la producción de energía, más bajará el precio de la luz, especialmente si en el futuro se apoya en factores como la innovación tecnológica o la digitalización.

Actualmente se esta utilizando una mínima parte de estos recursos por lo que es preciso acelerar el proceso de explotación de energía limpia y distribuirla para que llegue a toda la población y para que acceder a ella sea un derecho y no un lujo de unos pocos como ocurre en el tercer mundo. Para facilitar este acceso y mejorar su reparto, es fundamental cambiar la forma en que se gestionan estos recursos energéticos para que lleguen a todos de forma equilibrada y a un precio justo y accesible.

La descarbonización

Actualmente, el precio de la electricidad se ha encarecido en el mercado mayorista producido por el elevado precio del gas, que sigue siendo fundamental para producir electricidad. Las energías renovables no dan todavía la estabilidad necesaria para poder garantizar el suministro eléctrico y esta circunstancia influye inevitablemente en el encarecimiento de la factura de la luz.

La energía producida por fuentes renovables es más barata y además permite reducir la enorme dependencia de los combustibles fósiles. La descarbonización es fundamental para que el acceso a la energía deje de estar sometido a las fluctuaciones del precio. Y es que la energía con un coste variable más bajo es la renovable, pero en España todavía no está suficientemente desarrollada y no es posible cubrir toda la demanda solo con este tipo de energía.

Un sistema viable

La viabilidad de un sistema eléctrico cien por cien renovable comienza a estar fuera de toda discusión. La clave está en combinar las distintas tecnologías renovables disponibles (termosolar, fotovoltaica, eólica, hidráulica…) de forma que siempre exista la capacidad de producir la energía necesaria.

Además, con todos los objetivos medioambientales establecidos por la UE, está también más que demostrado que el sistema energético basado en energías contaminantes es insostenible, ya que conduciría irremediablemente a un notable incremento del precio de la electricidad.

Innovaciones en energía renovable

Energía solar de noche

Los investigadores han diseñado una fuente de alimentación modular fuera de la red de bajo costo que utiliza enfriamiento radiativo para alimentar de manera eficiente la iluminación nocturna.

El principio físico es el enfriamiento radiativo; los objetos ardientes emiten luz infrarroja y pierden calor. Si bien el concepto puede parecer simple, diseñar un sistema competitivo de generación de energía energéticamente eficiente no es una tarea fácil. Esto es lo que logró recientemente un equipo de ingenieros de Stanford: usando la tecnología actual, combinando el enfriamiento radiativo con la generación de energía termoeléctrica, los investigadores crearon un panel que produce 2,2 vatios por metro cuadrado, multiplicando los resultados anteriores sin usar una fuente de energía externa.

La energía de las bacterias

Uno de los objetivos más ambiciosos de las energías renovables es aprovechar la química de los seres vivos para generar electricidad, otra forma de comprimir la energía solar procesada por los procesos biológicos terrestres. Específicamente, las bacterias son el foco de numerosos estudios multidisciplinarios destinados a producir energía a partir de la bioquímica, y el desarrollo de la bioquímica se ha visto facilitado por técnicas de biología genética y sintética que permiten la manipulación de procesos biológicos microbianos.

La imitación de las plantas

También en el campo de la energía solar, el compromiso eterno de la humanidad es darse cuenta de lo que las plantas y otros seres vivos han obtenido de la evolución biológica: un mecanismo capaz de producir combustible a partir de la luz solar. La fotosíntesis artificial es un área activa de investigación que ha arrojado innumerables propuestas, ya que imitar la función de las plantas podría no solo proporcionarnos una fuente inagotable de energía, sino también eliminar el exceso de dióxido de carbono de la atmósfera que contribuye al cambio climático. clima.

Sin embargo, los desafíos son complejos: además de la necesidad de un catalizador práctico y económico para reemplazar la clorofila vegetal, es importante que el proceso produzca un combustible limpio sin subproductos indeseables. El año pasado, por ejemplo, investigadores de la Universidad de Illinois propusieron un sistema que usa luz verde para convertir el dióxido de carbono y el agua en hidrocarburos líquidos. Sin embargo, tanto el papel catalítico de las nanopartículas de oro como el producto final (combustible contaminante) suponen obstáculos para el despliegue de estas tecnologías.

Fuente: Ambientum

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