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En busca de ciudades con menor nivel de ruido y contaminación sonora

Las personas que viven en centros urbanos están expuestas de forma inconsciente e involuntaria a una cantidad innumerable de ruidos diariamente.

Estrés, trastorno del sueño, bajo rendimiento, alteraciones de la conducta, hipertensión o enfermedades coronarias son solo algunas de las consecuencias que el exceso de ruido puede generar en nuestro organismo. Atentos como estamos a los altos niveles de contaminación ambiental, quizás no estemos prestando la debida importancia a una contaminación acústica que provoca más de 16.000 muertes prematuras y alrededor de 72.000 hospitalizaciones al año solo en Europa. Unos datos alarmantes que hizo públicos la Agencia Europea del Medio Ambiente en su informe sobre El ruido ambiental en Europa, con fecha de 2020, y en el que también destacaba que el 20% de la población europea estaba expuesta a niveles de ruido prolongado perjudiciales para la salud.

Dicho informe de la Unión Europea, junto con otros de diversos organismos internacionales, constituye la base para la publicación de una investigación elaborada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) que analiza los problemas emparejados a la contaminación acústica y propone actuaciones para minimizarla. Entre los principales causantes de los elevados niveles de ruido en las ciudades, se encuentran el tráfico rodado, los ferrocarriles, los aeropuertos y la industria. Sin embargo, en los últimos años también se han incrementado los niveles de ruido procedentes de actividades públicas, domésticas y de ocio.

Las consecuencias negativas para nuestra salud comienzan cuando el ruido ambiental supera los 55 decibelios en zonas residenciales y los 70 decibelios en zonas comerciales y con tráfico rodado. La investigación presenta un desolador panorama mundial y revela que muchos países asiáticos superan los 100 decibelios de media. Los del entorno africano serían los siguientes más ruidosos, seguidos de cerca por zonas de América del Norte y Europa. Mientras, en América del Sur encontraríamos las ciudades con menor contaminación acústica. En lo que refiere a nuestro país, el estudio señala que más del 72% de quienes residen en Barcelona están expuestos a niveles de ruido que superan esa barrera de los 55 decibelios.

Justamente, Barcelona lanzó en 2018 el proyecto de las “supermanzanas”, consistente en el cierre al tráfico rodado a grupos de un mínimo de cuatro manzanas adyacentes. Esto supuso liberar de vehículos a zonas de no menos de 16.000 metros cuadrados en las que han surgido nuevas áreas verdes y espacios de juegos o esparcimiento vecinal.

Y es que las zonas verdes tienen importancia a la hora de reducir la contaminación acústica. El estudio de la UNEP revela que la vegetación en los entornos urbanos absorbe energía acústica, difuminando el ruido e impidiendo su amplificación en las calles. Una ciudad con cinturones de arbolado y vegetación en las paredes y techos de sus edificios no sólo reduciría el ruido, sino que ayudaría a combatir el cambio climático.

Pero para reducir el nivel de decibelios provocado por los vehículos, además de restringir su uso en determinadas zonas urbanas, una de las soluciones que aporta la UNEP es la utilización de asfaltos porosos. Nuestro país fue pionero en incorporar este recurso al cambiar el firme de tramos de calzada en la autovía Sevilla-Utrera, una medida que ha logrado reducir en 6 decibelios el impacto acústico del tráfico rodado. Los materiales utilizados han sido polvo de neumáticos, plástico y fibras de nylon reciclado.

El estudio de la UNEP también recalca la importancia de establecer barreras acústicas entre las fuentes del ruido y los ciudadanos receptores del mismo, incorporando nuevos materiales reciclados. En España, un proyecto de la Universidad de Jaén (UJA), transforma módulos solares fotovoltaicos en barreras acústicas, logrando no solo reducir el ruido sino también producir electricidad para la señalización y el alumbrado de las carreteras.

Con la llegada de la temporada estival, las grandes ciudades se vacían, baja significativamente el volumen de decibelios y quienes quedan en ellas pasean por sus calles disfrutando de la recién recuperada calma. Al fin y al cabo, las vacaciones significan descanso, pero no solo para los que abandonan su residencia habitual. Combatir la contaminación acústica es imprescindible si queremos mejorar nuestra calidad de vida.

Las personas que viven en centros urbanos están expuestas de forma inconsciente e involuntaria a una cantidad innumerable de ruidos diariamente. Sonidos cuyo de nivel de decibelios varía en función de su naturaleza, pero que, sumados, crean un malestar constante al sistema auditivo. Cuando en alguna ocasión, alguno de estos ruidos supera el límite de tolerancia para los oídos, se puede llegar a padecer molestia, daños e incluso pérdidas auditivas aceleradas. Hecho que empieza a convertirse en un fenómeno habitual en las grandes ciudades.

Hoy te traemos un ranking con las 5 ciudades de todo el mundo donde más impera el silencio, y otras donde el ruido puede llegar a ser ensordecedor.

Las 5 ciudades más silenciosas del mundo

Yap (Micronesia)
Esta isla del archipiélago pacífico es un paraíso de blancas arenas, aguas cristalinas y altas palmeras. Pero, además, no es sólo en el paisaje donde predomina la tranquilidad, sino también en su cultura. Esta población apuesta por la relajación como forma de vida, motivo por el cual, la contaminación acústica no está muy bien vista.

Asolo (Italia)
Una ciudad italiana que es el escenario perfecto para la calma. No existen rascacielos, ni los coches van por las calles con los altavoces al máximo volumen. Rodeado en su totalidad por colinas verdes, éstas actúan como paredes o divisores de las calles urbanas. Los ruidos más comunes son los de la naturaleza en un entorno verde.

La Escalera (Noruega)
Este lugar es sin duda alguna, una de las carreteras más curiosas del planeta. También conocida como “la escalera de los Trolls”, esta carretera construida con roca natural atraviesa las montañas más impresionantes, salpicadas entre los poblados nórdicos. Sus únicas molestias, la gran cantidad de curvas y el ruido que pueda producirse durante su recorrido.

Valle The Hoh (Washington)
Este valle se encuentra en un rincón remoto del Parque Nacional Olímpico, cerca de Washington. Un lugar reservado para disfrutar de los sonidos de la naturaleza más salvaje.

Central Park (Nueva York)
La ciudad que nunca duerme deja a un lado todo su ruido y estrés en un parque donde predomina la libertad y la naturaleza. Ideal para venir a relajarse y encontrar la paz interior con el cantar de los pájaros y el movimiento de las hojas de los árboles.

Las 5 ciudades más ruidosas del mundo

Tokio (Japón)
Un gran caso de ruido excesivo se encuentra en esta megaciudad. Las tareas de construcción urbana, las fábricas, el alto grado de actividad comercial, e incluso los mensajes por megafonía pública crean un panorama auditivo muy perjudicial para la salud.

Delhi (India)
Durante muchos años, la población de Delhi de alrededor de 60 años de edad ha protestado por los múltiples casos constantes de degeneración auditiva. Un nivel de ruido que ha propiciado pérdidas auditivas características de la gente mayor de 75 años. Se trata de un hecho producido por el alto volumen urbano que, en sus días normales, puede llegar a los 85dB en toda la jornada. Mientras que en la zona industrial se producen picos de hasta 93dB.

El Cairo (Egipto)
En esta ciudad egipcia existe un grave problema relacionado con la contaminación acústica. No existe una separación suficiente entre la zona residencial y la zona industrial. De modo que el nivel medio de ruido exterior se sitúa sobre los 70dB. Consecuencia que afecta de forma considerable a todas aquellas personas que pasan más tiempo en sus calles, como, por ejemplo, la policía.

Calcuta (India)
Calcuta es una población donde se sitúan grandes fábricas e industrias de todas las variantes. A todo ello, hay que sumar una gran cultura social por las celebraciones con fuegos artificiales. Según el período del año, el ruido que se genera a causa de estas festividades supera los 100dB.

Bombay (India)
Considerada como una de las ciudades más pobladas del mundo, Bombay es también la más ruidosa con el incesante sonido del tráfico urbano, el comercio callejero y sus gentes. El nivel de contaminación acústica puede superar los 100dB.

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